En Canarias una de cada cuatro mujeres a partir de los 35 años sufre incontinencia urinaria, una patología altamente incapacitante y que merma la calidad de vida de quien la sufre. Sin embargo, es un problema que puede tratarse una vez diagnosticado.
En Ginefem contamos con una Unidad de Incontinencia Urinaria especializada en el diagnóstico y tratamiento de este problema urinario. Actualmente hemos incorporado dos tratamientos avanzados y altamente eficaz: la Silla Emsella BTL para fortalecer el suelo pélvico y el tratamiento combinado de radiofrecuencia y ultrasonido Exilis Ultra 360º. En este último nos centraremos en este post.
Tratamiento sin cirugía e indoloro
Este tratamiento corrige las pérdidas de orina sin cirugía y de forma totalmente indolora. ¿Cómo lo consigue? Mediante la combinación de radiofrecuencia y ultrasonidos, que permiten que la paciente recupere el tono de las paredes vaginales. Además, también es eficaz para revertir la atrofia vaginal y reduce la frecuencia de las infecciones de orina.
El número de sesiones necesarias para tratar la incontinencia urinaria
No se puede determinar el número exacto de sesiones que serán necesarias porque dependerá de cada paciente y del objetivo fijado. En cualquier caso, la media de sesiones se sitúa entre las 2-3, cada una de ellas de unos 8 minutos.
Entre una sesión y la siguiente es necesario que pasen entre 1 y 4 semanas. La paciente comenzará a notar los resultados desde la primera sesión.
¿Lo pueden utilizar todas las pacientes?
El ginecólogo determinará la paciente que es apta para aplicar este tratamiento. Por lo general, es muy eficaz en mujeres jóvenes que presentan una incontinencia urinaria entre leve y moderada.
Doctor, ¿sentiré dolor durante el tratamiento?
Al contrario que con el tratamiento láser, la paciente no sentirá ningún dolor durante la sesión ya que es totalmente indoloro. Es posible que sienta calor en la zona tratada y enrojecimiento tras la sesión, pero desaparecerá pasadas unas horas.
¿Por qué sentiré calor?
Este tratamiento eleva la temperatura del tejido que será tratado a más de 40ºC. Para lograrlo el ginecólogo introducirá el puntal en el conducto vaginal y lo moverá con movimientos lentos y repetitivos hacia delante y hacia atrás. De esta forma se logra la temperatura necesaria para realizar el tratamiento.