ESPECIALISTAS EN PATOLOGÍA DE MAMA
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más habitual en la mujer. de hecho, se considera que una de cada 10-13 mujeres va a padecerlo antes de los 70 años. Sin embargo, la tasa de mortalidad sigue descendiendo debido a un mejor resultado de los tratamientos y a la detección precoz de la enfermedad. De hecho, cada vez hay más información para poder diagnosticar de manera precoz y así acceder cuanto antes al tratamiento.
Los avances en la detección han permitido que la supervivencia global a los 5 años del diagnóstico sea del 82,8% en España, dato que posiciona al país por encima de la media europea y lo acerca a los países con las mejores cifras de supervivencia. Actualmente, la edad de máxima de incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en mujeres menores de 40 años.
Consulta de patología de mama en Ginefem
En Ginefem, consciente de la importancia y preocupación que esta patología provoca en nuestras pacientes, hemos creado una consulta especializada en patología de mama. Normalmente, el estudio de las mamas se realiza como parte integrante de la revisión ginecológica anual. Sin embargo, hemos decidido diseñar una consulta específica de patología de mama para quienes soliciten en exclusiva una revisión mamaria.
¿Cómo se desarrolla la consulta?
El diagnóstico de la patología mamaria se basa en la sintomatología, la palpación (exploración mamaria), las pruebas diagnósticas (mamografía y ecografía mamaria) y, si es necesario, la biopsia.
En la consulta de patología de mama nuestro ginecólogo elabora el historial clínico de la paciente tras preguntar a la paciente sobre sus síntomas y antecedentes personales y familiares de patologías de mama.
A continuación, el ginecólogo realiza una exploración clínica mediante inspección y palpación de las mamas de la paciente, tras lo cual determinará si es necesario completar ese examen mamario con la solicitud de una ecografía mamaria o una mamografía bilateral para prevenir o descartar una patología de mama.
En caso de requerirse la realización de una de estas dos pruebas diagnósticas, el ginecólogo hará una prescripción médica para que la paciente acuda a realizarse la prueba a un centro especializado en estudios radiológicos.
La mamografía es una radiografía de las mamas que permite ver las anomalías del tejido mamario. Si se encuentra alguna alteración al realizar esta prueba y los hallazgos son dudosos, se complementa con una ecotomografía para precisar la naturaleza de la lesión, y si es sospechosa, se indica una biopsia.
En casos especiales, se pueden solicitar otros exámenes complementarios.
¿Qué es la patología mamaria?
Las patologías de mama son alteraciones leves o graves del funcionamiento, la morfología o la estructura normal de la mama. Estas alteraciones en la mama pueden ser debidas a una causa interna o externa.
Las enfermedades de la mama comprenden patologías benignas, premalignas y malignas, siendo más frecuentes las lesiones benignas.
Las enfermedades de la mama benignas se suelen resolver sin demasiadas complicaciones. Sin embargo, las patologías premalignas, como la hiperplasia, son lesiones precursoras del cáncer de mama, porque se pueden llegar a transformar en cáncer de mama si no diagnostican y tratan de forma precoz.
¿Cuáles son las patologías mamarias más frecuentes?
Entre las patologías de mama más habituales se encuentran las siguientes:
- La enfermedad fibroquística de la mama se manifiesta con un cambio en el tejido mamario, que le da una consistencia irregular y densa, normalmente más marcada en los cuadrantes externos. Esta enfermedad, que varía con el ciclo menstrual, se asocia con dolor mamario (mastalgia) y a veces se presenta con nódulos o quistes que no requieren tratamiento.Aunque aún no se sabe con exactitud la causa de la enfermedad fibroquística de la mama, parece estar asociada con las hormonas ováricas, es decir, con los estrógenos y progestágenos. Los especialistas estiman que esta patología afecta a más del 60% de las mujeres de entre 30 y 50 años de edad y que el hecho de padecerla no aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
- Los fibroadenomas son tumores benignos frecuentes en mujeres jóvenes que se caracterizan por tener una superficie lisa, ser móviles y no estar adheridos a planos superficiales o profundos. Estos tumores se producen por proliferación de tejido alrededor del lóbulo mamario y tienen una consistencia gomosa a la palpación. Padecer este tipo de lesiones no se asocian a un mayor riesgo de cáncer de mama, aunque, siempre en caso de duda en el diagnóstico, se puede completar el estudio con una biopsia percutánea ambulatoria.
- Las microcalcificaciones mamarias se producen por el depósito de calcio secundario a procesos normales como la lactancia, secuelas de inflamaciones, pequeños traumas y desechos celulares, los cuales son detectables en la mamografía. Un bajo porcentaje de mujeres tienen microcalcificaciones que tienden a agruparse y que pueden tener características particulares y sospechosas de enfermedad maligna, por lo que, en ese caso, es necesario realizar estudios más específicos.
- La mastitis es la infección e inflamación de la glándula mamaria, que, a veces se asocia a la lactancia. La glándula se inflama, produciendo dolor, aumento de volumen, enrojecimiento y mayor temperatura de la piel.
- El cáncer de mama es el crecimiento fuera de control de las células del tejido mamario. Esas células mamarias se transforman en cancerosas y son capaces de diseminarse a otras partes del cuerpo, lo que se conoce como metástasis. Esta enfermedad se puede manifestar y desarrollar de forma diferente en cada mujer. En algunos casos, puede mantenerse circunscrita a la mama por años y en otros puede diseminarse a ganglios linfáticos, incluso previamente a tener un nódulo palpable. Las enfermedades malignas de la mama pueden tener diferente grado de malignidad y/o grado de proliferación, y se pueden clasificar como carcinomas, sarcomas, linfomas y metástasis.
¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de mama?
El tratamiento depende de la etapa en que se haya diagnosticado el cáncer. El 90% de los cánceres de mama pueden ser curados si se detectan a tiempo.
Siempre que sea posible, se realizará una mastectomía parcial y, cuando corresponda, un estudio de ganglios linfáticos axilares. En ocasiones, es necesario realizar una mastectomía total, que es la extirpación de la mama con reconstitución plástica inmediata o diferida.
Dependiendo de la paciente, el tratamiento quirúrgico se complementa con radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia.
Los síntomas del cáncer de mama
Las patologías de mama suelen presentar síntomas, pero no siempre es así. En ocasiones, se dice que la enfermedad está oculta o que es silente, ya que no presenta manifestaciones clínicas.
Los síntomas más frecuentes que pueden indicar una patología de mama son:
- Presencia de un nódulo o bulto que puedes encontrar en tu autoexamen mamario o que te encuentra tu ginecólogo/a en una revisión de mamas.
- Aparición de dolor, nódulos o bultos en las axilas que podrían corresponder a ganglios inflamados o afectados por el cáncer de mama.
- Secreción en cantidad y coloración anormal por el pezón, distinta a la secreción de leche de la lactancia. Es frecuente que sea amarillenta, verdosa o grisácea, pero se considera más sospechosa o importante si es sanguinolenta.
- Presencia de umbilicación (hundimiento), retracción o dolor, en la areola o el pezón.
- Dolor constante o persistente en cualquier zona de la mama.
- Alteraciones en la piel de la mama de aparición reciente: enrojecimiento persistente, descamación o irritación similar a un eccema de la piel en el pezón o la areola, piel con aspecto como piel de naranja en una zona amplia de la piel de la mama.
Factores de riesgo
Las mujeres que presentan los siguientes factores tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama:
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- Avanzada edad. La tasa de incidencia del cáncer de mama es baja entre las mujeres menores de 30 años y va aumentando progresivamente con la edad. De hecho, el 70% de los casos se diagnostican en mujeres con una edad aproximada de 50 años.
- Las mujeres que ya han sufrido lesiones de alto riesgo previas como hiperplasia ductal atípica o neoplasia lobulillar (LIN) tienes de cuatro a cinco veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama.
- Predisposición genética. Solo entre el 5% y el 10% de los cánceres de mama son hereditarios. En estos casos, el riesgo de desarrollar cáncer de mama puede ir desde el 50% al 80%.
- Antecedentes familiares con cáncer de mama. Este riesgo aumenta si el diagnóstico se produjo antes de la menopausia. Además, el riesgo aumenta al doble si tiene un familiar directo con esta patología y se multiplica por cinco si tiene más de dos familiares directos que hayan tenido cáncer de mama.
- Las mujeres sin hijos o que fueron madres por primera vez después de los 35 años.
- Mayor tiempo de exposición a los estrógenos. Cuanto más tiempo una mujer produzca estrógenos, mayor será el riesgo de sufrir esta patología mamaria. Por ello, tienen mayor riesgo las mujeres que tuvieron su primera menstruación antes de los 12 años y aquellas que comenzaron la menopausia después de los 55 años.
- Terapia hormonal combinada mantenido durante más de cinco años. El uso de estrógenos y progesterona por períodos prolongados podría aumentar el riesgo en algunas pacientes y requiere control médico periódico.
- Las mujeres de raza caucásica desarrollan con mayor frecuencia esta patología en comparación con las de raza negra o hispana.
- El consumo de más de dos bebidas alcohólicas al día aumenta en un 20% el riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con las mujeres que no beben.
- Sobrepeso y obesidad. Los estudios relacionan el sobrepeso y obesidad con el riesgo de padecer cáncer de mama.
¿Es hereditario el cáncer de mama?
Entre el 5 y 10% de los cánceres de mama son hereditarios. Existen algunos factores que aumentan la probabilidad de desarrollarlo:
- Familiar diagnosticado antes de los 40 años.
- Haber afectado a ambos senos (bilateral).
- Diagnosticado en un pariente hombre o varios casos de cáncer de mama u ovario del mismo lado de la familia.
¿Se puede prevenir el cáncer de mama?
La revisión ginecológica es clave en la prevención del cáncer de mama, ya que permite diagnosticar patologías de mama en un estado muy temprano, lo cual simplifica y favorece su curación.
Para la prevención del cáncer de mama es importante realizar con frecuencia la autoexploración mamaria y acudir a la consulta del ginecólogo para realizar las revisiones periódicas pertinentes y también cuando advertimos algún síntoma fuera de lo normal en los senos como por ejemplo un nódulo palpable.
Los especialistas recomiendan empezar a realizar la mamografía a mujeres a partir de los 40 años y repetirla cada dos años. Sin embargo, si la paciente tiene alto riesgo de padecer cáncer de mama por antecedentes familiares u otros factores, el especialista puede solicitarla antes de esa edad.
La mamografía ha demostrado disminuir entre un 25% y un 30% la mortalidad por cáncer mamario, al permitir evidenciar tumores dos años antes de ser palpables.
Respecto a otras medidas de prevención, cabe destacar que haber amamantado a los hijos reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, es importante llevar un estilo de vida sano, para lo cual se recomienda mantener un peso adecuado, realizar ejercicio físico de forma regular, tener una dieta sana y equilibrada, así como restringir el consumo de alcohol y tabaco.
¿Cómo realizar una correcta autoexploración mamaria?
La autoexploración mamaria sirve para conocer la forma de las propias mamas y, de esta forma, poder advertir cualquier cambio para notificarlo al médico.
El autoexamen debe realizarse de forma periódica entre el quinto y el octavo día del ciclo menstrual, o los primeros días de cada mes, si no tiene la regla en ese momento. A continuación, le explicamos los pasos a seguir:
- Debe explorarse los senos situándose delante del espejo para evidenciar posibles anomalías de una mama en relación a otra y repetir el examen colocándose de perfil a ambos lados, mirando cada mama por separado.
- Elevar los brazos para realizar una inspección en posición de «mamas pendientes» con el objetivo de poder visualizar cualquier anomalía en las superficies de la mama.
- Inspeccionar el pezón y la areola en busca de posibles alteraciones cutáneas o derrames espontáneos. La exploración de esta zona debe hacerse con los dedos índice y pulgar, ejerciendo una ligera y suave presión para poner en evidencia derrames u otras anomalías.
- Examinar el sector del cuadrante supero-externo y hueco axilar, la región que posee mayor cantidad de tejido glandular.
- Tumbarse para palpar, de forma suave, los cuadrantes externos e internos con la palma y yema de los dedos de la mano contraria a la mama que se explora.
¿Podemos ayudarte?
Si tienes alguna duda o necesitas realizarte tu revisión ginecológica anual, pide ya tu cita en el 922 241 598 o a través de este formulario.
Revisiones
Para un correcto seguimiento y control es fundamental seguir el calendario de visitas que establece el especialista.