La ecografía doppler es aquella ecografía en color a través de la cual se puede observar el flujo sanguíneo de las arterias o venas. En el embarazo también es muy importante para analizar el cordón umbilical, la circulación cerebral y cardíaca del feto y la circulación uterina. Además, permite detectar malformaciones cardiacas.
Todo esto aporta al obstetra información muy valiosa para comprobar cómo se está desarrollando el crecimiento del bebé durante la gestación.
¿Qué permite analizar una ecografía doppler?
Estos son las ventajas que tiene la ecografía doppler en el embarazo:
- Permite medir el flujo sanguíneo de las válvulas y cavidades del corazón del feto. Así se determina si éste funciona correctamente.
- En aquellos casos en los que la madre presente hipertensión durante la gestión o un retraso en el crecimiento intrauterino es fundamental realizar esta ecografía para analizar las arterias del útero de la madre y determinar las causas.
- También se puede conocer si el flujo sanguíneo del bebé es correcto y, por tanto, está recibiendo los nutrientes y oxígeno necesario mediante el análisis del flujo sanguíneo de las arterias umbilicales del feto.
La ecografía doppler puede realizarse a partir de la semana 25
Cada trimestre del embarazo tiene asignada una ecografía determinada. La ecografía doppler se suele realizar en el primer trimestre del embarazo, a partir de las semana 25. Aunque no es obligatoria también se puede repetir en el segundo y tercer trimestre de gestación en caso de que el obstetra lo considere necesario.
¿Cuándo se debe realizar la ecografía doppler?
Hay determinados casos en los que el obstetra puede indicar la necesidad de realizar o repetir la prueba. Por lo general, suele producirse en estas ocasiones:
- Hay un retraso en el crecimiento del feto
- Tiene un embarazo de riesgo y se repite esta ecografía cada trimestre
- La madre tiene hipertensión, más conocida como preeclampsia, o tiene problemas de circulación.
- Si la madre sufre problemas de corazón, también se realiza para ver cómo afectan estos al bebé. Esta se realiza junto con un ecocardiograma.
- En caso de ser necesario someterse a una cirugía para prevenir posibles complicaciones tras la intervención.
En absoluto es una prueba dolorosa ni para la madre ni para el feto, además es totalmente segura.