
La revisión ginecológica anual es vital en la prevención de patologías del tracto genital inferior de la mujer. La principal finalidad no es sólo prevenir patologías, inflamaciones, infecciones… sino que también la paciente puede aclarar sus dudas sobre ETS, métodos anticonceptivos, planificación familiar, etc.
Los especialistas insisten en que realizar estas revisiones periódicamente, como mínimo cada año, disminuye la mortalidad de los cáncer en la mujer, como el de mama, ovarios o cérvix.
¿En qué consiste la revisión ginecológica anual?
Durante la revisión ginecológica se realiza una revisión completa de los órganos femeninos para comprobar que están sanos, es decir, se estudia la vulva, la vagina, el cuello del útero, el endometrio, las trompas, los ovarios, las mamas y el útero.
¿Cuándo se debe acudir a una revisión ginecológica?
Las revisiones ginecológicas, según los especialistas, se deben realizar anualmente desde que comiencen a mantener relaciones sexuales o después de los 20 años si no han tenido actividad sexual. Se debe acudir a una revisión aún cuando no se presentan síntomas de ninguna patología o signos anormales.
Las pruebas que se realizan durante la revisión ginecológica
Durante la revisión ginecológico se realizan diversas pruebas por parte del ginecólogo. En primer lugar, establece el historial clínico para, a continuación, empezar con el examen ginecológico.
Este examen incluye la citología vaginal, la ecografía transvaginal y un examen de las mamas. En caso de que el ginecólogo observa alguna anomalía o pueda tener dudas se realizan pruebas complementarios.
¿Qué es la citología cervical o prueba de Papanicolau?
La citología cervical o prueba de Papanicolaou es una de las pruebas fundamentales para prevenir el cáncer de cérvix, entre otros cáncer propios de la mujer. Los especialistas recomiendan realizar esta prueba desde el comienzo de las relaciones sexuales y a partir de entonces cada tres años, aunque el ginecólogo será quien indique la frecuencia adecuada teniendo en cuenta las características propias de cada paciente.
Esta prueba consiste en raspar suavemente la superficie del cérvix con el objetivo de recoger células de la vagina y del cuello del útero para ser analizadas. El resultado nos permite conocer si hay presencia de lesiones premalignas o malignas como consecuencia del Virus del Papiloma Humano.
El examen mamario en la revisión ginecológica
Otra de las pruebas que se realizan durante la revisión es el examen de las mamas para detectar bultos u otras anomalías.
La realización de una mamografía se va a solicitar en aquellas pacientes que tengan antecedentes familiares de cáncer de mama. Por lo general, suelen comenzar a realizarse a partir de los 40 años, excepto cuando el ginecólogo indique que debe ser a una edad inferior.
Además, es de suma importancia que las mujeres realicen en su casa un autoexamen de las mamas, ya que así pueden conocer su cuerpo y detectar con rapidez cualquier bulto sospechoso o cambio.