La ecografía 5d es el último avance tecnológico de diagnóstico prenatal. Ésta nos permite, mediante ultrasonido, captar imágenes tridimensionales del bebé en tiempo real. Además, las imágenes son más nítidas y nos permite ver la cara y cuerpo del bebé de una forma mucho más realista.
¿Qué hacer antes de una ecografía 5D?
Realmente no se debe realizar una preparación previa antes de una ecografía 5D, pero la madre si debe tener en cuenta ciertos aspectos para ir preparada:
- En caso de que utilice cremas hidratantes se aconseja no aplicarla antes de acudir a la ecografía, ya que interfiere en la nitidez de la imagen que se va a recibir.
- Se debe evitar tomar bebidas con cafeína para que el bebé esté lo más tranquilo posible y se pueden obtener imágenes claras.
- Finalmente, se recomienda acudir con ropa cómoda.
La mejor semana para una ecografía 5D
La semana más adecuada para realizar una ecografía 5D es la misma que para una 4D, es decir, entre las semanas 24 y 30, ya que es cuando el nivel de líquido amniótico y el tamaño del bebé permiten una mejor visualización. Si se realiza pasada la semana 30-32 el bebé ya será más grande y tendrá más limitación de movimiento.
En caso de que sea un embarazo múltiple los obstetras recomiendan que ésta se realiza entre la semana 24 y 26 de gestación.
Una vez terminada la sesión, la madre podrá llevarse un vídeo e imágenes del bebé realizadas durante la ecografía.
Las ventajas de una ecografía 5D
Al obtener imágenes más claras la ecografía 5D tiene estas ventajas:
- El obstetra puede visualizar mejor las estructuras anatómicas del bebé y completar con una ecografía 2D para confirmar el diagnóstico de posibles anomalías
- Permite almacenar las imágenes para revisarlas cuantas veces sea necesario
- La ecografía 5D permite analizar los flujos sanguíneos
- Permite un estudio de patologías inmunológicas y hematológicas
En qué se diferencia una ecografía 5D de una 4D
La ecografía 5D es una versión mejorada de la ecografía 4D que permite obtener imágenes más reales del bebé en las que se puede apreciar el tono y la textura de la piel.
Ninguna de las dos supone ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé y con ella se logra una conexión emocional por parte de los padres. Además, médicamente permite hacer un diagnóstico prenatal de forma más clara.
