La vulvovaginitis o vaginitis hace referencia a una infección o inflamación de la vagina y de la vulva, que puede afectar tanto a mujeres como a niñas de cualquier edad.
Puede aparecer por múltiples causas, aunque la irritación e inflamación favorecen que se desarrolle una infección.
¿Qué puede irritar la vagina y la vulva?
- Uso de jabones
- Perfumes
- Cremas espermicidas
- Productos de higiene femenina en aerosoles
- Anticonceptivos vaginales
- Enfermedades de Transmisión Sexual
- Uso prolongado de un tampón
- Ropa ajustada
- Tejidos que no permitan transpirar
Todo ello hace que haya un mayor calentamiento y retención de humedad en la zona de la vulva, lo que origina dermatitis por la obstrucción de las glándulas sudoríparas. Lo mismo sucede con los bebés y el uso del pañal.
Los síntomas de la vulvovaginitis
Todo lo mencionado anteriormente produce síntomas como la irritación, enrojecimiento de la vulva, apertura vaginal, picor, ardor inflamación, flujo vaginal blanquecino…
Los tipos de vulvovaginitis
La vulvovaginitis la producen diferentes tipos de hongos y bacterias. El 905 de los casos el hongo ‘candida’ es el responsable de estos episodios. En otros muchos casos hay una inflamación de la vagina o vulva de origen irritativo y no infecciosa.
Hay diferentes tipos de vaginitis:
- Vaginosis bacteriana. Estas se engloban dentro de las infecciones de transmisión sexual, es decir, hay una cantidad elevada de bacterias que alteran el equilibrio normal de las bacterias de la vagina. Suele darse en mujeres de entre 15 y 44 años.
- Candidiasis vaginal. La produce el hongo candida albicans.
- Tricomoniasis. La causa un parásito protozoario y es una infección de transmisión sexual. Los sintomas varían y muchas veces no saben que tienen esta infección.
- Vaginitis por clamidia. En algunos casos no causa síntomas, pero puede llegar a ocasionar una enfermedad inflamatoria pélvica.
- Vaginitis gonocócica. La infección la causa un microorganismo conocido como gonococo. Puede ocasionar sangrado depsues de las relaciones sexuales o en el flujo vaginal.
- Vaginitis viral. La causa el herpes simple o el VPH.
El diagnóstico de la vulvovaginitis
Ante la presencia de dichos síntomas o de anomalías se debe acudir cuando antes al ginecólogo. Una vez allí el especialista realizará un examen pélvico, para observar las áreas rojas y sensibles de la vagina y vulva. Además, se observa el color, consistencia del flujo vaginal y si tiene olor.
A continuación, se lleva a cabo un examen del flujo vaginal bajo el microscopio. De esta forma se detecta infección vaginal o proliferación de hongos o bacterias.
Si el ginecólogo no observa signos de infección, puede examinar el tejido y la zona irritada en la vulva.
¿Y cómo es el tratamiento?
El tratamiento dependerá de la causa que lo haya originado y si se ha producido o no una infección. Por lo general, suele ser una combinación de fármacos, geles o cremas que se aplican en la vulva.
Es importante que el tratamiento no se abandone cuando desaparezcan los sintomas, ya que puede ocasionar una nueva proliferación de las bacterias.
En cualquier caso, el mejor tratamiento para la vulvovaginitis es la prevención.
¿Se pueden prevenir las infecciones vaginales?
Sí, este tipo de infecciones se pueden prevenir. ¿Cómo? En primer lugar, manteniendo la zona genital limpia y seca, además se debe evitar el uso de polvos o aerosoles en la zona.
Los especialistas también recomiendan:
- Utilizar ropa holgada
- Ropa interior de algodón
- Mantener relaciones sexuales con precaución, es decir, haciendo uso de preservativos.
¿Puede ocasionar la vaginitis otros problemas ginecológicos?
Desde que se presenten los primeros síntomas es fundamental acudir al ginecólogo para comenzar el tratamiento oportuno, ya que la vaginitis bacteriana y la tricomoniasis aumentan el riesgo de sufrir VIH u otras ETS.
Si la mujer está embarazada aumenta el riesgo, en estos casos, de tener un parto prematuro.
