Durante el embarazo las mujeres van a experimentar muchos cambios en su cuerpo, entre ellos su suelo pélvico. En esta etapa los músculos que forman el suelo pélvico sufren una gran presión de manera constante lo que puede debilitarlos y producir perdidas de orina.
El embarazo y el suelo pélvico
Los ligamentos de la zona perineal y abdominal se relajan en el embarazo debido al aumento de peso y a las hormonas. Esto hace que el abdomen se relaje y disminuya su musculatura, por lo que el periné también se puede debilitar.
En consecuencia pueden sufrir escapes de orina por esfuerzo, es decir, al toser, reír o estornudar. Aunque solo se produce en el embarazo, en algunas mujeres puede mantenerse hasta después de dar a luz.
Es recomendable que tras dar a luz se acuda al ginecólogo pasadas seis semanas para comprobar el estado de la musculatura perineal.
Los ejercicios de Kegel y fisioterapia para fortalecer el suelo pélvico tras el embarazo
Los ejercicios de suelo pélvico o de Kegel son fundamentales para fortalecer estos músculos y evitar las pérdidas de orina o fecales tanto durante el embarazo como después.
Para mejorar la elasticidad y tono muscular se puede acudir a fisioterapia ginecológica. Además de seguir estos pasos en casa o en la oficina:
- Controlar la respiración y contraer los músculos del suelo pélvico durante 10 segundos
- Descansar y volver a contraer
¿Qué ocurre si no se fortalece el suelo pélvico?
Con el paso de los años la mujer que no ha fortalecido los músculos del suelo pélvico podrá sufrir lo que se conoce como prolapso, es decir, un descenso de los órganos pélvicos por falta de soporte. Esto empuja las paredes de la vagina o del recto y, en los casos más avanzados, pueden salir al exterior.
Los estudios revelan que 4 de cada 10 mujeres mayores de 50 años tienen signos de sufrir prolapso.