Día Mundial contra el cáncer. La prevención como defensa.

13 Mar 2021

Día Mundial contra el cáncer. La prevención como defensa.

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    Respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), celebran cada 4 de febrero el Día Mundial contra el cáncer.

     

    La intención de esta celebración es que toda la población tome conciencia sobre lo importante que es adoptar medidas de prevención sobre esta enfermedad. De esta forma se incrementan las posibilidades de contar con tratamientos para superarlo o proporcionar una mejor calidad de vida a quien lo padece.

     

    Datos actuales del cáncer

    A lo largo de su vida una de cada cuatro mujeres y uno de cada tres varones será diagnosticado de cáncer.

    Según los datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica, en el año 2018 se diagnosticaron en el mundo 18,1 millones de nuevos casos; una cifra que se prevé que continue en aumento y que llegue a alcanzar hasta los 29,5 millones en el año 2040.

    Los cánceres que encabezan la lista de los más diagnosticados en España durante el pasado año son los de colon y recto, seguidos del de mama, próstata, pulmón y de vejiga urinaria; le continúan los linfomas no hodkinianos, los cánceres de páncreas, cavidad oral y faringe y de cuerpo uterino.

     

    En varones los más frecuentes son los de próstata, recto y colon, vejiga urinaria y pulmón. Sin embargo, en mujeres los más diagnosticados son los de colon y recto, mama y pulmón.

    Factores de riesgo

    El consumo de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol y también la contaminación ambiental, incluyendo la obesidad y el sedentarismo son los principales factores de riesgo en el desarrollo de cánceres; al igual que la edad, contamos con una población cada vez más longeva, y es que el riesgo de padecer esta enfermedad empieza a incrementarse especialmente a partir de los 45-50 años.

    También es cierto que si bien en España se contabilizan cada año más casos, puede ser debido no solo al aumento de la población, sino también a los programas de detección precoz, que ayudan a identificarlos a tiempo y tratarlos para lograr importantes tasas de supervivencia.

    Según varios estudios, la tasa de supervivencia de los cánceres más comunes en Europa –mama, próstata, pulmón y color rectal—se ha incrementado en los últimos años; si bien, la supervivencia depende del tipo de tumor, y como ejemplo se señala que la tasa de supervivencia en los casos de cáncer de mama y próstata superan el 50%.

    La importancia de la revisión ginecológica y la detección temprana del cáncer

    Las revisiones ginecológicas son claves en la prevención y diagnóstico precoz de los cánceres ginecológicos, de hecho ayudan a detectar un alto porcentaje de anomalías ginecológicas.

    Lo habitual en este tipo de revisione es que se realice una ecografía vaginal y una citología. La ecografía permite detectar la posible presencia de miomas o pólipos en el útero, así como tumores o quistes en los ovarios y su seguimiento y control periódico.

    Por otro lado, la citología puede prevenir el cáncer de cuello de útero y cuanto antes se localice, antes se podrá realizar su abordaje y tratamiento aumentando las posibilidades de superarlo con éxito.

    En función de lo que detecte el ginecólogo durante la exploración y los antecedentes de la paciente, podrá solicitar pruebas complementarias como: una densitometría ósea, cultivos del virus del papiloma humano (VPH), una mamografía o una ecografía de la mama.

    En algunos casos, si la citología informa de que hay presencia de lesiones cancerosas que puedan derivar en un cáncer de útero, el ginecólogo puede decidir realizar una colposcopia, que consiste en realizar unas biopsias del cuello del útero para su análisis.

    Cómo influye la mamografía, en la detección temprana del cáncer de mama

    El cáncer de mama tiene mayor incidencia entre las mujeres, sin embargo, es también el de mayor supervivencia, sobre todo gracias a su detección precoz a través de la autoexploración mamaria y la realización de las mamografías, y  las ecografías mamarias.

    La detección precoz del cáncer de mama reduce el riesgo muerte por esta enfermedad en aproximadamente un 35%.

    La mamografía es de todas las pruebas, la más adecuada para el cribado del cáncer de mama, ya que permite detectar el cáncer en su fase inicial, incluso de manera previa a los síntomas que adviertan de su presencia. A partir de los 40 años, los especialistas aconsejan realizarse una mamografía cada año, y a partir de los 55 años, aproximadamente, hacerla cada dos años. Aunque en los supuestos de tener antecedentes, los tiempos varían

    Por otro lado, las ecografías mamarias  van a permitir obtener más datos ante alteraciones de la mama cuyos síntomas suelen ser la inflamación, la presencia de un bulto, dolor, secreciones, etc.

    Pero lo más importante es que siempre es conveniente que cada mujer incorpore en su rutina la autoexploración mamaria y observar posibles cambios de textura, consistencia, forma, detección de algún bulto o anomalía y, si fuera así, consultar con los especialistas.

    En cuanto al tratamiento del cáncer de mama, dependerá de la fase en la que se haya diagnosticado. En el 90% de los casos, si se detecta a tiempo, son curables. Pero cuando corresponda se intentará realizar una mastectomía –parcial o total–, un tratamiento que, dependiendo de la paciente, se complementará con radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia.

    Cánceres ginecológicos

    Al igual que es importante acudir a un especialista en el supuesto de detectar anomalías en los senos, también es importante reconocer los síntomas que podrían estar alertándonos de la presencia de un cáncer ginecológico.

    Los más frecuentes son el sangrado o la secreción vaginal anormal, dolor en la pelvis, dolor en la parte baja de la espalda, cuando haya una necesidad de orinar con mayor frecuencia, hinchazón, modificación del color de la vulva, el estreñimiento e incluso un cansancio que carezca de justificación.

    La quimioterapia, radioterapia o cirugía para extirpar el tejido canceroso son las opciones de tratamiento que existen para tratar los cánceres ginecológicos, alternativas que determinará el especialista para ofrecer a la paciente el tratamiento más adecuado para cada supuesto.

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