El mioma es el tumor benigno más frecuente en la mujer, por lo que seguro que tu o alguien de tu entorno tendrá alguno. De hecho, los estudios apuntan a que una de cada tres mujeres padece miomas uterinos.
Aunque puede asustar el hecho de decir que es un tumor benigno, hay que tener en cuenta que solo en el 25% de los casos puede dar algún tipo de problema como puede ser sangrado menstrual excesivo, esterilidad, dolor en la menstruación o complicaciones en el embarazo.
En el resto de las mujeres no dan síntomas y pasan totalmente desapercibidas hasta que son diagnosticados en una revisión ginecológica.
¿Qué es un mioma?
El útero es un músculo que se contraer durante el parto y facilita la expulsión del feto. Este está formado por tres capas: la serosa (la externa), la muscular y el endometrio (la más interna y que da lugar a la menstruación).
El mioma, tal y como mencionamos anteriormente, es un tumor benigno que aparece en la capa muscular del útero.
¿Es hereditario?
Uno de los factores de riesgo para desarrollar mioma es la predisposición genética y familiar. Las investigaciones y datos arrojados al respecto indican que hay más riesgo de sufrir mioma si tienes antecedentes familiares cercanos.
Los factores de riesgo más frecuentes
Edad y hormonas
Los miomas aparecen con los años, por lo que es a partir de los 50 cuando se detectan con más frecuencia. Los especialistas apuntan que durante la premenopausia es cuando más se desarrollan. Esto se debe a que en este periodo las hormonas responsables del ciclo menstrual llevan más de 30 años haciendo efecto y, además, hay más desequilibrios entre los estrógenos y los gestágenos.
Sin embargo, una vez llega la menopausia hay una disminución hormonal que los reduce de tamaño.
Raza
Los miomas uterinos son más frecuentes en unas razas frente a otras. Concretamente, las mujeres de raza negra son las que más riesgo tienen de desarrollarlos.
Número de hijos
Las mujeres que han tenido muchos hijos a edades tempranas reducen su riesgo de tener miomas, ya que durante la gestación los estrógenos reducen su efecto y aumenta el de la progesterona. Entonces durante el tiempo de los embarazos tu cuerpo no ha estado sometido al efecto de los estrógenos.
Determinadas patologías
Hay ciertas enfermedades que aumentan el riesgo. Estas son la hipertensión, la diabetes, la obesidad y el sobrepeso. Además, a esto se suma el efecto negativo del tabaco y las dietas ricas en carnes rojas.