¿Por qué es importante hacerse una revisión ginecológica anual?

13 May 2021

¿Por qué es importante hacerse una revisión ginecológica anual?

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    Una revisión ginecológica anual ayuda a prevenir o detectar a tiempo cualquier tipo de alteración o patología que aparezca en la mujer. Por ello, es tan importante acudir periódicamente, aunque no se presenten síntomas ni dolor.

    Los especialistas recomiendan empezar estas revisiones al inicio de las relaciones sexuales, cuando se considere que van a comenzar estas relaciones o tras menstruaciones irregulares o dolorosas.

    ¿En qué consiste una revisión ginecológica?

    La revisión ginecológica integral consta de diferentes fases:

    • Elaboración de la historia clínica de la paciente. Esto es esencial si es la primera vez que la paciente se hace una revisión en la clínica ya que permitirá, en futuras visitas poder valorar su evolución.
    • Exploración de mamas, vulva, vagina y cuello del útero para detectar cualquier posible de afección o irregularidad.
    • Ecografía transvaginal. Para poder hacer una valoración correcta del útero, endometrio y ovarios se recurre a esta técnica mínimamente invasiva y sin efectos secundarios.
    • Citología vaginal. En base a los resultados obtenidos en la exploración y la ecografía es posible que se requiera la realización de una citología.

    ¿Quién debe acudir y cuándo empezar a hacer las revisiones?

    Las revisiones ginecológicas están recomendadas para todas las mujeres al menos una vez al año e incluso algunos especialistas recomiendan que sean más veces al año si es necesario controlar algunas patologías más graves.

    Sin embargo, existe la duda entre muchas mujeres de cuándo se deben empezar estas revisiones. Desde Ginefem recomendamos a todas las mujeres que, desde el momento en el que empiezan a mantener relaciones sexuales acudan a su ginecólogo para hacerse sus primeras revisiones.

    Por otro lado, también es importante que aquellas mujeres que tengan reglas muy dolorosas o irregulares pidan también cita para poder descartar patologías y regular esas menstruaciones anormales.

    ¿Qué es una citología?

    Si bien la exploración y la ecografía son pruebas que más o menos todo el mundo entiende cómo se realizan, la citología vaginal no es una prueba cuya función y funcionamiento sea muy conocido. Esta técnica se utiliza para diagnosticar posibles lesiones en el útero que en un futuro podrían desarrollar células cancerígenas. Además, permite hacer una detección hormonal de la zona.

    Su realización no comporta ningún riesgo para las pacientes y se toman pruebas de las paredes vaginales, del exudado vaginal, del exocérvix y del endocérvix. Una vez obtenidas estas muestras, un grupo de expertos las analiza bajo microscopio para conocer el estado de salud ginecológica de las pacientes.

    ¿Qué patologías permite detectar una revisión ginecológica?

    La más conocida por todas las pacientes es, sin lugar a duda el cáncer. Ya sea en la vagina, en el cuello de útero, o en las mamas (ya que la revisión integral incluye una revisión mamaria), las células cancerígenas pueden desarrollarse provocando grandes molestias entre las mujeres.

    Sin embargo, esta prueba permite además detectar una serie de patologías que también son importantes y que no se debe dejar empeorar:

    • Galactorrea: Esta patología que puede afectar tanto a hombres como a mujeres consiste en la secreción de leche por uno o ambos pezones.
    • Vaginosis bacteriana: Es la infección más frecuente entre las mujeres y se produce por una alteración en la flora vaginal. Si bien es una patología que puede desaparecer con el tiempo, para evitar molestias es preciso diagnosticarla y tratarla precozmente.
    • Hipertrofia del clítoris: Cuando el clítoris es más grande de lo normal y puede producir molestias al mantener relaciones sexuales.
    • Trastornos menstruales: Como la falta de menstruación (amenorrea), ataxia, hipermenorrea, dismenorrea o síndrome premenstrual.
    • Atrofia vaginal: Engloba los cambios que se producen en la vagina con la reducción de los estrógenos que vienen acompañados de prurito, dolor, escozor, prolapso y disminución del flujo.
    • Hidrosalpinx: Si las trompas de Falopio no funcionan correctamente, se produce la imposibilidad de quedar embarazada y por lo tanto lo que se llama esterilidad tubárica. Esto puede producirse porque las trompas estén obstruidas y no permiten el paso de los espermatozoides.
    • Ovario poliquístico: A corto-medio plazo esta patología puede provocar irregularidad menstrual, exceso de vello o acné e incluso esterilidad por alteración de la ovulación.
    • Candidiasis: Al menos un 75% de las mujeres tendrán un episodio de candidiasis en algún momento de su vida y su diagnóstico puede hacerse con una exploración física debido a los genitales externos enrojecidos y un flujo vaginal anómalo que la caracterizan.
    • Otras patologías: Como la enfermedad inflamatoria pélvica, la vulvovaginitis, dispareunia, incontinencia urinaria…

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